Lazy

◘ SugaMon

♫ Space bound - Eminem

♦ Ha pasado más de un año desde la última vez que escribí. Debo reconocer que me cuesta hacerlo, la inspiración escasea, pero de vez en cuando, uno que otro drabble, siempre es bueno.

Yoongi prefería dormir, estar acostado, o en el estudio escribiendo y produciendo, era al que menos le gustaba bailar en el mundo y hacía lo posible por aprender rápido los pasos para no tener que estar tanto tiempo ensayando. Yoongi era conocido por ser el más holgazán de los siete, el que menos se interesaba en discutir, en opinar y en moverse por el bien de los demás, y sin embargo, sólo había una persona en todo el mundo que sabía que todo aquello era mentira, que Yoongi en realidad era bastante activo, con mucha energía.

¿Quién podría imaginarse entonces que Yoongi era el primero en dar el paso? Quien tumbaba a Namjoon en la silla del estudio y se trepaba sobre él con las piernas separadas y lo besaba hasta arrancarle el aliento, hasta ponerlo duro con tanta fricción entre sus cuerpos. Namjoon nunca tenía tiempo para reaccionar y sólo se dejaba llevar, no podía mentir que le excitaba ser dominado de aquella forma por su hyung, que fuera él quien decidiera cuándo y en dónde. Sucedía que cuando menos se daba cuenta, ambos se habían saltado los ensayos para encerrarse en el baño y en un parpadeo, el mayor ya se encontraba hincado frente a él devorándole el alma como si no hubiera mañana.

Incluso en los conciertos, entre cambios y mientras habían presentaciones de los demás integrantes, Yoongi aprovechaba para volverlo loco y lo hacía bastante bien; no había nada como probar aquellos suaves y húmedos labios mientras paseaba las manos por debajo de la camisa y palpaba la caliente y pálida piel del rubio mientras éste le sobaba la entrepierna y susurraba dentro del beso un sinfín de maldiciones en inglés que sólo le calentaban más y más a Namjoon.

No, nadie podría imaginarse ese lado de Yoongi, cualquiera pensaría que esa era su personalidad, la del chico tranquilo que sólo prefería descansar. Pero Namjoon sabía que era así porque cada que había tiempo y oportunidad de estar solos, sus cuerpos se unían en uno solo, el sudor los bañaba y la habitación se llenaba de las roncas voces, de largos jadeos y súplicas por más. Porque Namjoon amaba que él lo volviera loco, que lo tentara en cada ocasión, todo para poder destrozar la calentura contra él sin reparo alguno, porque tal vez Yoongi comenzaba todo, pero Namjoon era quien lo terminaba, y terminaba dentro de él.